Si bien, la ley de portabilidad financiera, está en trámite de
promulgación para 90 días más, ya surgen inquietudes acerca de cómo se aplicara la portabilidad en los usuarios y como tendrán que ajustarse operativamente las diversas instituciones
financieras, en su ejecución back office y de cara al cliente.
Para acercarnos a sus
implicancias, comparto algunas aristas de la ley y recomendaciones, que además contribuirán acercarse a una educación financiera sana
y con bajo riesgo.
Partamos de la base, que una
portabilidad financiera no es lo mismo que una portabilidad telefónica, ya que
las industrias son diferentes, operan en mercados distintos, asimismo la
flexibilidad de sus políticas y riesgos asociados.
¿Qué Productos financieros podremos
portar?
Cuentas de ahorro, cuentas
corrientes, cuentas vistas, chequeras electrónicas, líneas de créditos,
tarjetas de crédito y débito, créditos de consumo, créditos hipotecarios y créditos automotrices.
¿Quiénes podrán realizar Portabilidad Financiera?
Entre 13 y 14 millones de usuarios bancarizados a nivel país, de los segmentos personas,
microempresarios y pequeños empresarios.
¿En qué instituciones podremos
solicitar Portabilidad Financiera?
Bancos, compañías de
seguros, agentes administradores de mutuos hipotecarios, cooperativas de
ahorro y crédito, cajas de compensación, empresas que otorgan créditos
automotrices, emisores de tarjetas y aquellas entidades fiscalizadas por la
Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
¿Qué factores aplicaran las instituciones
financieras?
Dependerá básicamente de la
situación crediticia de los clientes y la evaluación que realicen las instituciones financieras. Existen
normas y políticas, que determinan la carga financiera, el endeudamiento de
corto y largo plazo, asimismo la capacidad de pago que tiene el deudor.
Finalmente las garantías que tenga el cliente, será otro factor, que se considerara en la evaluación
de riesgo, que efectúe la institución .
Ventajas y beneficios
- Mayor practicidad y simpleza, ya que la gestión se realizara entre bancos. Previo a ello el cliente deberá aceptar el certificado de liquidación de deudas que emita el banco origen.
- Disminuirá el tiempo (menor burocracia) en que se realizan las gestiones para cambiarse de un banco a otro. Los acreedores de origen y destino tendrán límites de tiempo, tanto para saldar deudas pendientes, cerrar productos con la institución que operaba antes y para facilitar nueva oferta de productos en el banco de destino.
- Cliente podrá evaluar y comparar la regla básica costo/beneficio v/s EXPERIENCIA CLIENTE (calidad de servicio). Este factor será el ítem diferenciador entre un banco u otro, que pasara a ser un factor decisivo en la fidelización y retención de los clientes. Por lo tanto se proyecta una oferta competitiva, en la cual el cliente podrá elegir la más conveniente.
- Sanidad de las carteras: Dependiendo de la evaluación crediticia, se podrá observar cuan compleja es el estado de situación de cada cliente (deudas v/s ingresos). Por lo tanto, se recomienda un manejo de presupuesto conservador e incentivar la cultura del ahorro, más aun en el momento de crisis que vivimos.
- Tasaciones Hipotecarias: El valor de tasación que realizan los bancos, por lo general es diferente. Algunas tasaciones son más conservadoras y otras aplican mayor valor comercial. La razón, es porque los bancos operan con diferentes tasadores, el patrón base puede ser el mismo, sin embargo las valoraciones difieren. Por lo tanto será un dato relevante a considerar, cuando se solicite una portabilidad financiera, pensando en el análisis de las garantías mencionado más arriba.
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(Fuente: Diario Financiero)
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