La semana pasada, revisamos
una base practica para realizar un presupuesto, instrumento que nos permite
ordenar nuestras finanzas personales.
En esta oportunidad
revisaremos uno de los componentes del presupuesto: “los gastos” que, en los tiempos
actuales, donde el desempleo presenta tendencias alcistas, que afectan a la economía
doméstica, además de las fluctuaciones de la ley de oferta/demanda sin duda que
afecta a los consumidores finales.
En
ese contexto, ampliaremos la mirada a cómo enfrentar los gastos, conociendo,
desde lo básico.
¿Qué es un gasto?
Un gasto es un egreso
o salida de dinero que una persona o empresa debe pagar para acreditar su
derecho sobre un artículo o bien recibir un servicio. Por ejemplo, el uso
de luz, el gas, la telefonía, comprar comida, pasaje del metro, compra de
un producto de belleza y/o bienestar, entre otros.
Distinciones
Suele ocurrir, en ocasiones, que se
confunde un gasto, con un pago, con una pérdida o con alguna inversión y/o compra;
sin embargo, presentan sentidos diferentes. Revisemos en detalle sus diferencias:
- Pérdida: La pérdida
es precisamente la contra-prestación, ya que en el caso de las pérdidas no
obtenemos nada a cambio por la salida de dinero, mientras que con el gasto
recibimos algo a cambio.
- Pago: Un pago es el abono de una cantidad de dinero destinada a
extinguir una obligación. Mientras que el gasto es voluntario, según el bien de
consumo que necesitamos.
- Inversión: El término inversión es la puesta en
práctica de todos aquellos recursos con los que se espera la obtención de una
rentabilidad, beneficios e ingresos, mientras que un gasto sólo puede esperarse
una contra-prestación y el consumo de esta.
- Costo: El costo es un indicador monetario de la inversión necesaria para adquirir o producir un producto/servicio en particular, mientras que el gasto es el desembolso de dinero que se hace para realizar cada una de las actividades que se necesitan para adquirir dicho producto.
Tomando en consideración las diferencias
anteriores, debemos pensar e identificar donde están nuestras prioridades, partiendo
por las necesidades básicas y siempre en función de nuestros ingresos; de tal forma que no terminen los gastos
controlando nuestros ingresos.
¿Cómo desglosamos nuestros gastos?
Gastos FIJOS
|
·
Dividendo o arriendo de casa o departamento.
·
Cuentas de servicios básicos, como luz, agua,
gas, internet, teléfono, autopistas.
· Pagos de obligaciones Financieras (créditos,
tarjetas y líneas de crédito)
|
Gastos VARIABLES
|
·
Ropa
·
Vacaciones
·
Cosmética
·
Diversión
|
Gastos HORMIGA
|
·
Asadito
·
Golosinas, Helados
·
Cigarros, Aperitivos
|
Por
lo general, identificamos los gastos fijos y variables, sin embargo, son los
gastos hormiga, en ocasiones, los que nos llevan a sobregirar nuestro
presupuesto mensual.
¿Cómo podemos
definir los gastos hormiga?
Los “gastos
hormigas” corresponden a las pequeñas sumas de dinero que desembolsamos para
obtener algún artículo, bien o servicio y que dependen básicamente de los gustos
y preferencias de cada persona.
En ocasiones pasa
a ser un gasto desmedido, sin conciencia y solo por impulso.
¡Si¡ ¡Pequeñas sumas de dinero¡ no son grandes montos y por esa misma razón
nos dejamos llevar en el día a día, pensando que no afectara a las finanzas
personales; sin embargo, si logramos disminuirlos, les puedo asegurar que se generara
mayor efectivo, el cual podremos destinarlo al ítem de ahorro, inversión futura
o simplemente a tener mayor margen y liquidez para algún imprevisto o aumento
de un gasto variable.
¿Tienes claridad
de cuales son tus mayores gastos?
¿Identificas que gastos
variables puedes disminuir?
¿Piensas que podrías
eliminar algún gasto hormiga?
Considerando un escenario
de empleabilidad normal, en tu presupuesto… ¿Tienes considerado un margen de ahorro?
Te invito a reflexionar sobre estas preguntas, para así comenzar a abordar la
próxima semana, la cultura del Ahorro.
¡Si se puede ¡Todo está en tu mindset¡
Gracias Marcia. Muy útil esta información y te felicito por la claridad en que entregas la información.
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